lunes, 3 de febrero de 2020

Expediente 4 pt.2 - Feliz Cumpleaños

Primera parte en https://memoriasdeunachocogeisha.blogspot.com/2020/02/expediente-4-pt1-feliz-cumpleanos.html?zx=e2285d6cee66641d

----o-----


No pudiste hablarle sin demostrar que estabas desesperado por cumplir tu sueño... en parte es lindo, ¿no? Todas esas noches con ella en tus masturbaciones se demostraron en una frase que ni siquiera te dio tiempo de saludar. Tal vez ella si sabía, tal vez ella si te comprendía, tal vez ella... lo disfrutaba... al punto de estar pendiente a desbloquearte, esperarte y tratarte con dulzura apenas volviste.

Una hora bastaría, tus pajas te hacían correrte en minutos, una noche hubiese sido demasiado bueno para ti y un insulto para ella, así que varias veces una hora está bien. El edificio estaba en toda una esquina, te pidieron el carnet al entrar, como ella te había dicho. Se sintió mas morboso y adrenalínico que todas esas veces que te colaste en la disco sin tu identificación, incluso si ahora era a medio día, incluso si ahora era legal para ti. Caminaste al asensor, y preferiste usar la escalera a esperar. Su puerta, igual a las demás puertas, escondía en su interior a tu fantasía. Tocaste el timbre y los segundos se volvían horas, tu pene casi apunto de explotar, tus piernas temblando de nervios, y tu culo confundido en por qué lo lavaste por dentro si nunca antes lo habías hecho. Se abrió, completa. Y una voz escondida te dijo "pasa por favor". Era mucho mas alta que tu, además de usar unos tacones hermosos que la volvían una amazona completa. No te diste cuenta y ya estabas adentro del departamento, como una sirena, su voz te atrapó y sedujo. Cerró la puerta con llave detrás tuyo y apuntó al final del pasillo, hacia una luz violeta "adelante, te estaba esperando".

La misma cama que en sus videos, la misma ropa que en sus livestreams, pero ahora con su aroma y su calidez. Le entregaste el dinero y orgulloso, le pasaste tu carnet. Ella se rió, media burlona y media nerviosa. "Si te creo amor, sabía que faltaba poco, ahora ve a bañarte" dijo al pasarte una toalla. Volviste a limpiar tu cuerpo, sudado por el calor del verano y los nervios de haber llegado hasta ahí. Al apagar la ducha, una música suave llegó hasta ti; venía desde la habitación. Con la toalla en tu cintura y tu ropa en la mano, la viste. Sentada de piernas cruzadas, jugando en el celular, mientras la recorrías con la mirada. Acomodaste tus cosas y ella empezó a besar tu vientre, acercándose de a poco a tu pene. En menos de un minuto, como una magia, tu erección llegó a un punto que no sabías que podía llegar, y empujó tanto la toalla que la soltó. Con experticia puso tu pene en su boca, jamás habías sentido algo así, y vergonzosamente, eyaculaste. Ni un minuto fue, pero llenaste tanto su boca después de unas chupadas que tuvo que recoger parte del semen con la mano. Tu virginidad se había ido en segundos, sin penetrar, y con un poco de juego oral. Se tragó el semen sorpresivo y el de su mano se lo limpió con papel, y al sentarte en su cama, derrotado por tu orgasmo prematuro, se puso de rodillas en el piso y siguió chupando. Por primera vez, después de correrte, tu pene tuvo la capacidad de volver a levantarse, pero sentías el orgasmo cada vez mas alargado por su paladar. Erección completa al 110%, su boca había hecho un vacío y pudiste pararte mas y mas.

"Todavía nos quedan 50 minutos, no me aburras, ¿ya? había esperado para esto..."

Se quitó el kimono al pararse frente tuyo y abajo se lucía su cuerpo con un corset blanco, medias caladas crema y un portaliga a juego,y su pene, mas grande que el tuyo, se envolvía con una cinta como regalo, palpitando y moviendose seductoramente entre sus piernas. El olor era embriagante, y su glande quedaba justo a la altura de tus labios gracia a los benditos tacos. Acercaste tu lengua tímidamente y antes de meterlo a tu boca, ella te tomó firme del pelo, apuntó tu cara hacia arriba, te penetró con la mirada y una sonrisa coqueta. Abriste tu boca instintivamente para recibir su pene, pero un escupo violento ocupó su lugar, cayendo en tu lengua como en un blanco perfecto, se dio vuelta y te acercó a su culo. Oh sus nalgas, en persona se veían mas dulces y tentadoras, y hundió tu cabeza para que le comieras el ano. Jamás lo habías hecho, jamás habías dado un beso, y el primero se lo llevó el ano de una puta que conociste en Pornhub. Después de comerle el culo hasta dilatarselo, volvió a poner su pene en tu boca, y te penetró sin consideración, tal como se lo habías pedido. Querías sentirte usado por un pene, querías sentirte usado por una mujer, querías sentirte usado por tu diosa Moka. Un sabor extraño con una textura gelatinosa empezó a inundar tu hocico, y lo comprendiste. Tragaste el néctar que soñabas mientras una lagrimita corría por tu mejilla. Ella te la limpió y acarició tu rostro, mientras sus gemidos retumbaban entre el deep house y los gemidos se mezclaban con las actrices trans que corrían en los videos de su televisor.

"Feliz... cumpleaños... aaaaaaah~"

Su semen se acabó y volvió a un estado relajado. Habías tragado de esa leche por primera vez, después de quitar tu virginidad de besos con su culo. Tu erección seguía firme, y ella con su boca ágil puso un condón encima de tu verga. Te acostaste en su cama y ella se montó sobre ti, deslizando tu verga en su culo empapado en saliva.

"Así que este fue el regalo que elegiste, mi zorra apretadita, la experiencia de culear con esta diosa..."

Culear se sentía extraño. Su sudor caía sobre tu cuerpo, el ventilador no daba abasto para esa diabla, y su lubricante escurría desde su ano.

Ya comiste su cuerpo.
Ya tomaste su leche.
Y ahora, los gemidos de ella montada sobre ti, moviendo sus nalgas y restregando su cuerpo contra el tuyo, al unísono que tus gemidos de deseperación, de descubrimiento; eran tu último deseo por cumplir. Si ella te hubiese apuñalado mientras tenían sexo, nada hubiese importado. Tu ano sentía sus dedos acercarse y alejarse, y entrar tímidamente cada vez. Se corría la paja gloriosa, amenazando con bañarte de nuevo en su crema. Era una gigante deleitándose en tu pequeñez. El tiempo que antes se había hecho eterno, ahora se volvió un destello, y en un beso final, te dijo "estuvo muy rico mi bebé, ojalá hayas podido satisfacerte tu también". Te pasó la toalla y volviste a quitarte el sudor de esa habitación de tu cuerpo. Cumpliste tu deseo, pero no estabas satisfecho. Dicen que hay drogas que es mejor no probar ni una vez, a menos que seas como ella: una maestra en las drogas y el placer.

La habitación ya no tenía música, y la tele estaba apagada. La ventana abierta y su cuerpo de nuevo envuelto en un kimono que solo dejaba ver sus largas piernas y pies descalzos, ya que en medio de la acción se quitó sus zapatos. Una carita cálida con lentes te esperaba para que te arreglaras mientras volvía a meterse en su celular. Un sabor agridulce, amargo pero satisfactorio. Esperaste meses para esa hora, y lo valió. Caminaron juntos hacia la puerta del depa, y antes de irte, se agachó un poco para quedar a tu altura y te besó con profundidad. Un hilo de saliva quedó entre las dos bocas, y tu pene palpitó en reflejo a el estímulo de la diosa.

"Gracias, vuelve pronto ♥"
"Ten por seguro que si" murmuraste para ti, antes de salir, escuchando la puerta cerrar tras de ti y las llaves asegurar ese templo una vez mas.

domingo, 2 de febrero de 2020

Expediente 4 pt.1 - Feliz cumpleaños

Contabas los días para tu cumpleaños. Lentos, malditos, ya te habían rechazado una vez, no podías permitirte otra mas. "Hablame en dos meses mas entonces" te dijo, ¿acaso sabía ella lo que tu sufrías? ¿lo que tu la deseabas? ¿como mirabas sus videos una y otra vez, pensando en escuchar su voz detrás de tu oreja? Ella solo era una puta, jamás iba a entender tu amor, tu obsesión, tu capricho... ella no sabe nada...

Ya tenías el dinero y la disposición, solo te faltaba el tiempo. El tiempo de madurar, de legalizarte, de dejar de ser un niño. Ya solo faltaba un mes. Seguías bloqueado de su Whatsapp, seguías desesperado por ver su foto, ya no subía fotos, sus cuentas habían sido bloqueadas. ¿La habrás perdido para siempre? ¿Acaso tu última oportunidad de besar sus labios se fue? No, seguía posteando en su Facebook, seguía apareciendo en otros perfiles, seguía escribiendo... los días pasaban lentos, y cada pensamiento que terminaba en la punta de su pene volvía a alargar la espera. Solo un mes mas, maldito Cronos, avanza y deja probarla...

"Cumpleaños feliz, te deseamos a tiiii..."

La familia todavía te preparaba cumpleaños; las caras de tus tías reflejaban la ternura sobre ti. La ropa ancha te colgaba un poco y tu pelo largo te feminizaba el perfil. La torta se acercaba lenta con cada canto, y las velitas destellantes hacían ver que todos estaban emocionados. Sentías que todos sabían, que todos pensaban que ya estabas decidido, pero los compañeros de curso solo pensaban en terminar esto para volver a sentarse a jugar en la consola, y tus tías solo querían volver a comadrear entre ellas. No, nadie sabía, y nadie tenía que saber.

"...que los cumplaaas feeeeeliiiiiiiiiiz ¡Pide tres deseos y sopla!"

Quiero comer su cuerpo
Quiero recibir su leche
Quiero gemir tan rico como gemía ella

Fwooosh...

"¡Bravooo! Ojalá que se te cumplan, ¡ahora a los regalos!"

Todas te habían solo regalado dinero, como pediste, pero nadie supo cuanto. Siempre has sido un chico ordenado, así que tu mamá nunca cuestionó como invertirías ese capital. Cada sobre con un billete fomentaba tu erección, escondida bajo tu polera larga de anime, cada billete te acercaba a mas tiempo con ella. Cuando superaste la barrera de los cien mil pesos, podías sentir tu líquido preseminal manchando tu calzoncillo, y la erección molestándote al punto de necesitar correrla con la mano. Es como que tu pene quisiera ir a verla, sabiendo que la barrera que ella te puso acababa de ser rota, como un hechizo, una maldición que no te permitía entrar a su templo. El sello había sido roto, y el demonio liberado.

Una vez se fueron las visitas y terminaron de limpiar con tu madre, volaste a tu cama, fingiendo cansancio, aunque tu madre pudo ver la emoción en tus ojos antes de retirarte. Ocultarlo era imposible, y mientras mas te demoraras, mas te costaría esconderlo. Cerraste tu cuarto por dentro y saltaste a la cama con el celular en la mano; estabas desbloqueado, sus labios carnosos y rojos eran su avatar nuevo, después de esos dos meses de ver solo un ícono gris eran una visión casi de ensueño. 

"Ya pasaron dos meses, tengo 18, ¿podrías este sábado?"
"Hola bebé, si te recuerdo, feliz cumpleaños, te estaba esperando❀"

El Perfume

Dos días sin bañarme, esa era su exigencia. Dos días donde tuve que cuidar mi dieta, mi ejercicio y mi hormonación. Dos días donde no tuve...