lunes, 30 de diciembre de 2019

Expediente 2 pt.1

Terminando de hacer los últimos nudos en su espalda, lo tiré al caballete mientras nervioso susurraba "Diosa Moka, píseme por favor" una y otra vez. Esa voz desesperada pedía iniciar la tortura, y no iniciarla rápido, era parte de la tortura en sí <3
Nunca había hecho shibari en una sesión de dominación pagada, y lo considero un paso importante en la confianza que pueda tener con alguien: amarrarse implica ponerse a la merced de otro, y no es un poder que le otorgaría ni que recibiría de cualquiera. El shot de vodka que nos regalaron en el motel ya estaba haciendo efecto en el (la ventaja de un cuerpo delgado a diferencia de mi cuerpa rellenita), y cada susurro se perdía mas en un balbuceo.
Me paré arriba de los soportes del caballete y balanceé mi peso en las botas, los nudos me provocaban un apoyo y el taco medio distribuía el peso mas uniformemente que un taco aguja. Empecé a apoyar mis piernas en su delgada espalda y mientras mas soltaba mi masa sobre el, más audibles eran sus quejidos de placer. El placer de otros me da mucho placer, así que mientras mas gemía y se quejaba, más peso cedía y más crecía mi sonrisa. Ya instalada sobre ese cuerpo fino, tomé una de las velas que teníamos prendidas, y desde mi altura, bendije su espalda con la ardiente espelma.

"Que el dolor sea nuestro sello de compromiso"

La cera hirviendo suavemente se deslizó por la punta de la vela y antes de llegar a mi mano, cayó una gota gruesa directo a su espalda. Un tiro limpio la verdad, recompensado con un sexy grito de dolor. El ritual ya había empezado...

-o-

Fue durante el mismo día, en las horas de la tarde, cuando llegó a mi chat de Whatsapp. "Soy nuevo en el arte de la sumisión, vi su anuncio en Locanto, miré sus videos y usted me dió la confianza para ser su esclavo, quiero probar..."
La sumisión es linda y tierna, fuí sumisa de muchas mucho tiempo, y aprendí a como quería que me trataran mis amas, como me acariciaban dulcemente y como mis nalgas tronaban cada vez que cometía algún error y ellas me castigaban. "¿Qué buscas en particular?" le dije, ya que existen infinítos típos de sumisión, y el buscaba probar. Mi voz en Cam4 lo sedujo, mis insultos lo calentaron y mi mirada altiva lo corrompió. Y sé como hacerlo, ya que yo he estado del otro lado también. La complejidad del sexo es infinita, e iniciar bebés en el mundo BDSM es de mis actividades favoritas.

En la tarde de ese mismo día nos juntamos. El venía de la universidad, con su polera de anime y jeans, yo venía casual como siempre, para mi es importante la discresión en la calle cuando el cliente lo pide. Nos saludamos, caminamos hacia el motel y entramos. Me pidió que buscara un motel adecuado para sesionar y eso hice: caballete y caño iban a ser nuestros esa tarde. Como siempre, después de saludarnos y besarnos unos segundos, lo mandé a bañar y yo me empecé a preparar: solté las cuerdas sobre la cama, dejé los juguetes a mano y me vestí como el me había pedido: calzas de latex, peto de cuerina, botas de taco medio y una fusta brillante, lista para azotar a la mas mínima provoación. Saliendo del baño, enceré su cuerpo con aceite de lavanda, lo masajee y elongué un rato para que su musculatura soltara (es imporatante para estar comodo en restricción elongar un poco), y con las primeras cuerdas que tomé, hice un arnés de pentagrama, envolviendo su pecho delgado y blanco, al principio un poco cosquilloso, luego dejando que la conversación y la seducción se apoderaran del ambiente, y finalmente terminando con sus brazos cruzados sobre su cuerpo.

Respiración rápida, entrecortada, con una erección visible con una tierna mancha en la punta de su pene. "Patético", le dije con una sonrrisa de demonio mientras contemplaba su presa. Había conseguido tenerlo a mi merced, y me había pagado por ello. Una vez terminado el fino pentagrama, lo tiré al caballete mientras nervioso susurraba "Diosa Moka, piseme por favor" una y otra vez. Esa voz desesperada pedía iniciar la tortura, y no iniciarla rápido, era parte de la tortura en sí.

-o-

...un grito de dolor sexy, que con la siguiente corrida de espelma se transformó en un gemido, y condensado en el gimoteo de mis tacones, terminó de transformarse en mi nueva medalla. La safeword se pronunció y me bajé de su espalda. Casi media vela había sido consumida, y su espalda enrrojecida de cera y pisotones demostraban que había sido capaz de aguantar. Procedí al aftercare, se lo había ganado. "Ven aquí, pequeño", le dije en un tono maternal, mientras lo ayudaba a incorporarse y me quitaba el peto, para hacerlo tomar de mis pechos como que estuviese lactando. Los hielos del trago de cortesía ya se habían derretido esa tarde de verano, en esa pieza acalorada por nuestros cuerpos y saturada por el vapor del sudor, pero el agua seguía fría en ese pocillo. Empapé mis dedos y empecé a acariciar su espalda, cuyo ardor se sentía por encima de la piel, mientras el bebé se amamantaba feliz, incapaz de concebir que lo que había pasado fue real...

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Retransmisión especial Navidad 2019 completa

¡Mi primer post de pack! Que emoción 💖
Hoy subiré la versión completa de mi Cam4 de este 25 de Diciembre, edición Navidad 🎄
Espero en las primeras semanas de Enero subir los highlights dedicados ya que abarco un montooooon de fetish en esta transmisión 🍭
En mi Pornhub también hay otros videos míos para que pueda deleitarse antes que los haga post 💟
También les dejaré unos links si me quieren apoyar con juguetitos para mi cam, y así mejorar mis performances 🎥
Felices fiestas 🎇🎊🎋🎍🎎


Ahora sin mas preámbulos, disfrute del show 💖

domingo, 22 de diciembre de 2019

Inspiración: Mistress Kawa, la geisha ama


Mistress Kawa - La geisha dominante

Conocída en los circulos europeos como Mistress Kawa, la hermosa geisha euroasiática fue una de mis primeras inspiraciones en el arte de dominación. Hija de padre japonés y madre lebanesa, fue criada en Brazil antes de moverse a España. Al igual que yo, empezó su carrera como sumisa, y luego que su Amo le enseñara sobre el arte de literatura erótica, sumision, fetichismo, shibari y masoquismo, empezó como performer de cuerdas en Madrid y Barcelona.
Sadista como su estética logra comunicar, es maestra en cortes médicos, sofocación, extrangulación,  las cuales necesitan ser ejecutadas con experticia y precisión, y como toda Ama, disfruta la buena vida que sus súbditos le ofrecen. Espero algún día vivir de mis súbditos como ella, pero aún me falta un largo camino que recorrer.
La dominación es la arista mas refinada del juego, y ejecutarla bien requiere conocer mucho el mundo del sumiso, al menos en mi opinion. Mistress Kawa empezó siendo el juguete de un Amo que la llevó a ser lo que es, la geisha de su propia forja. Disfruta esta pequeña galería de la preciosa geisha ♥






Fotografías pertenecientes a StudioIvolution.

Expediente 1

Una geisha no descuida su tiempo, y como día inaugural de mi okiya, empecé a las 9 AM a prepararme para atender a mis visitantes. Suena mi teléfono y al tomarlo, una voz ronca me respondió mi buenos días

-¿Moka Stardust? He visto su aviso de dominatrix, y quisiera entrenar en su pie, ama.

Una sonrísa suave iluminó mi cara aún si maquillar. "Entrenar en su pie, ama", este sumiso tenía potencial. La madera de sumiso es difícil de encontrar; mucha gente quiere probarlo, pero poca tiene la paciencia, voluntad y deseo de complacer innato para serlo. Un poco encendida por su petición, respondí:

-Buenos días plebeyo, ¿así que quieres probar sesionar conmigo? ¿Es tu primera vez?

-Bueno, la verdad es que si, he sido curioso al tema pero tu oferta se veía como alguien que daría gusto sesionar. No tengo mucho tiempo, tengo que volver a mi país, ¿podría ser a las 1PM? Quiero una sesión larga si está disponible, Diosa.

Ara ara~ cada vez me gustaba mas como sonaba este individuo. Acordamos mi tributo y juntarnos mas tarde en un motel cercano a mi okiya. Puntual estaba yo en la entrada del motel, y en menos de 2 minutos esperándolo, llegó. Un oficinista un poco transpirado, de cabello corto y alta figura, incluso para mi (que soy bastante alta), me dio sombra en ese día de verano con su altura, una sonrisa media tímida y un saludo un poco tartamudeado.

- Gracias por esperarme Diosa, ¿Entremos?

Un escalón mas arriba, la entrada con luces neón nos esperaba. Eligió una suite cara, primando nuestra comodidad, y en una adornada cama con detalles bicolor, y dejando mi mochila en una de las orillas, me tendí sobre el aterciopelado cubrecama. Con un gesto de mi mano, tomó sus cosas, una de las toallas disponibles y procedió a bañarse, para sacarse el sudor de esa calurosa tarde. En cambio yo, que me había bañado antes de salir, solo me puse mi peto y calzas de ecocuero, conservando mi dulce transpiración, olores y sabores, los cuales explícitamente me había pedido.

Al salir del baño, con la toalla envolviéndolo y el pelo mojado, el sumiso me recorrió con la mirada de pies a cabeza, atónito. Estiré mi pié desnudo y abrí los dedos, y como un perro desesperado se lanzó a lamer mis puntos sensibles hasta hacerme gemir un poco del placer. Cuando su erección empezó a desanudar su toalla, volvió a la realidad y puso su tributo entre mis dedos. Para una geisha, el pago de su arte solo la enciende mas, y efectivamente, en el mismo movimiento de manos que usé para guardar mi tributo, tomé un frasco de crema y para mi placer, dibujé un camino desde el pulgar del pie, subiendo por mi calza brillante hasta mi miembro, ya erecto por toda esa previa. Se volvió un animal sin control devorando la crema, y al llegar a mi miembro, lo tomé del cuello y lo ahorqué con mis muslos, cortando su respiración entre el olor a sudor de mi entrepierna, la presión de los muslos con textura de cuero y mi pene en su máximo resplendor. Había traído una bolsa al llegar de una conocida sexshop, la cual entregó en mis manos, y ordenando los juguetes sobre la cama, empezamos su entrenamiento.


Látigos, esposas, aceites y máscaras fueron parte del mindbreak que realicé con el, drogado y alcoholizado, susurrando hechizos en su oreja que le recordaban que yo estaba a cargo, que yo era su deidad, que su cuerpo y mente me pertenecían, para terminar con mi trasero en su cara, adorándome con su lengua en mis partes sensibles. Al sonar su alarma, besó mi mano, se disculpó, y saltó a la ducha, donde raudamente lo seguí; el me había pedido una fantasía que se le había olvidado pero teníamos tiempo suficiente para terminarla. Dentro de la ducha, se arrodilló delante mió, lo entendió todo cuando me vió entrar ahí. Lo bauticé con mi lluvia dorada, y lo besé sellando el pacto con mi bendición lechosa en su boca. 3 horas estuvimos en esa habitación, pero el placer nos hizo sentir que fueron minutos, donde cada juego y acción nos llevaba a un paso mas adelante para su sumisión. 3 horas estuvimos en esa habitación, pero lo sentí como una corta presentación. Lo dejé para que se duchara, y procedí a prepararme para retirarme, ya vestida lavé mis dientes mientras el terminaba de peinarse, y salimos. Un beso en la mejilla nos dió la confidencia de dos amigos, y se despidió, perdiéndose entre la gente, apurado para alcanzar su vuelo. Que honra saber que un poco de mi espíritu es capaz de viajar tan lejos, enterrado en las llagas de su espalda y memorias en su corazón. Prometió volver, y cuando vuelva, espero que no estemos solo 3 horas sino una noche completa para nuestro placer y entretención ~★

sábado, 21 de diciembre de 2019

Paria Porno - La construcción del templo a Chocogeisha

Me aburrieron sus redes sociales mojigatas.
Me expulsaron de sus vitrinas poderosas.
Me castigaron por ser la cortesana que soy.
Me silenciaron cuando mis abusadores me acosaron.
Pero ya no mas, me cansé de todo, y construiré mi propio okiya, donde mi naturaleza y perversión esté a la vista de todes. Mi okiya que no tendrá miedo de presentar lo que quiera y cuando quiera.
Bienvenido a mi nueva casa, amo.
Bienvenida a mi nuevo templo, ama.
Moka Stardust, su geisha de piel morena les recibe, acomodese y disfrute del show.
お帰りなさい
 
 

El Perfume

Dos días sin bañarme, esa era su exigencia. Dos días donde tuve que cuidar mi dieta, mi ejercicio y mi hormonación. Dos días donde no tuve...